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El 12 de junio del 2020 se llevó a cabo, a través del Centro Cultural Helénico, la segunda charla pública del laboratorio Mirar, titulada Otros espacios de representación. Se nos convocó a reflexionar sobre las formas no convencionales de pensar la representación, especialmente en tiempos de pandemia, y sobre estrategias y nuevos caminos.

 

La charla fue presentada por Guadalupe Mora Reyna, moderada por Netty Radvanyi, y participaron Juan Pablo Góngora (Juampi), Abril Pinedo, y Nadia Lartigue. Esta transcripción resumida rescata algunos de los temas que ahí se trataron, en las voces de quienes hablaron.

 

Sobre el contexto en el que se llevó a cabo el Laboratorio Mirar

 

[Netty]

Soy Netty, francesa, artista de circo y artista pluridisciplinar. Vivo en México desde hace 5 años. Este proyecto de laboratorio nació de otros 2 otros proyectos europeos, CircoStrada y CircusNext que tendrían que haber acontecido en vivo en el verano 2020. Circostrada es una red de profesionales y programadores de circo en Europa y cada tantos años organizan un viaje a algún país ajeno a Europa, y el año pasado tenían que haber venido a México. Nos encargaron a Ohtli Producción y al Foro Periplo que organizáramos un viaje en línea; organizamos charlas, videos, y una revista para presentar a artistas emergentes de circo y artes urbanas (CircoStrada es una organización de teatro de calle). Circusnext, es una organización más enfocada a los artistas, dan apoyos de escritura a las compañías y artistas jóvenes.

 

Junto con Teatro Línea de Sombra, Jorge Vargas y Alicia Laguna, organizamos una convocatoria a nivel nacional, de circo y artes vivas en mayo de 2020. Seleccionamos más de 10 proyectos, unos aparecen en el primer número de la revista, otros participan del laboratorio: 7 de circo (mezclado con danza contemporánea), otros de artes plásticas en el espacio público. Otro más teatral, como el proyecto de Abril. En el laboratorio hubo 2 fases. Una de asesorías en línea y clases más teóricas. Repartimos los proyectos entre las tres guías (Tania, Nadia y Jade) para acompañar los procesos de escritura de septiembre a diciembre-enero de 2021. La segunda fase consistió en residencias presenciales en espacios independientes de distintas partes del país, gracias también al apoyo del Helénico. La idea ha sido adaptarse a los proyectos según sus necesidades y avances, y crear vínculos entre los proyectos para salir de una fase demasiado solitaria.


 

Sobre el proyecto de Juampi y Carina

 

[Juampi Góngora]

Gracias por la inclusión a estas plataformas tan necesarias en estos tiempos, en las redes de artistas emergentes. Soy originario de Chihuahua y en compañía con Carina Herrera quien no puede acompañarnos desgraciadamente en este momento desarrollamos el proyecto que decidimos titular Chabochi Raké Pachá. Chabochi es una palabra que usa la etnia rarámuri para referirse al mestizaje en general, todo aquel que no es rarámuri. Y Raké Pachá, significa “dar semilla adentro”. Lo que nos da vida adentro desde lo que somos y cargamos como chabochis. Es un proyecto audiovisual que busca visibilizar un registro de residencias performáticas en las tres regiones geo-ambientales de Chihuahua. Es el Estado más grande de la República y tiene una inmensa diversidad de regiones, de fauna, de etnias y es un lugar magnífico en relación a la vida. Decidimos a través de esto visitar las 3 regiones que son el desierto, la sierra y la llanura (o meseta). El proyecto consiste en realizar una suerte de Video-Circo-Danza, tal vez, en el cual queremos compartir un registro de interacciones y vivencias performáticas que nos permitieron conectar con esos sitios, desde medios tecnológicos técnicos y por supuesto biológicos que cada creativo cargaba consigo. Los colaboradores más cercanos son Carina Herrera, que además del acompañamiento metafísico y de vida, desempeña un rol muy importante dentro de la asistencia artística; Mariana Góngora, mi hermana gemela, cineasta y creadora del video; Fermín Martínez, artista multidisciplinario  y creador del diseño sonido de la pieza; y Martín Dorado que está en el apoyo logístico artístico y técnico para que todo esto pudiera suceder. Chabochi es un proyecto que durante su concepción se pensó como una puesta en escena con herramientas audiovisuales. Esto fue a principios del 2020. Durante ese tiempo, con la pandemia, toda la incertidumbre que acompañó el contexto sobre todo en las artes vivas, nos hizo entrar en una problemática sobre la resolución para realizar este proyecto. No sabíamos si los foros, los teatros, iban a regresar a sus actividades regulares y si en efecto íbamos a poder circular las piezas. Por otro lado, siempre se ha disfrutado con el contacto con la naturaleza, y el estado de Chihuahua nos ha encantado desde varios años atrás. Recorrer sus paisajes, en cualquier territorio natural. Es parte de. Durante estos procesos y cuestionamientos recurrentes dentro de ellos sobre cómo podríamos unir estas prácticas del campo que tanto disfrutamos con las artes vivas que es es otra parte de la vida que disfrutamos. Mientras todos estos cuestionamientos llegaban, llega esta maravillosa iniciativa por parte de Ohtli, de Netty y Elena, de desarrollar e incluirnos en una laboratorio-residencia en la Quiñobrera, un espacio magnífico en la Cd de México. Y dentro de esta residencia desarrollar nuevas direcciones para el proyecto considerando el contexto global. Con el acompañamiento de N.L y T.S, nos adentramos en las esferas desde un lugar performativo que sale un poco de las convenciones escénicas que habíamos vivido hasta entonces desde la danza y desde el circo. Se empezó a pensar el proceso y los cuerpos como otro espacio de representación per se. Durante el laboratorio desarrollamos vivencias enfocadas en posibles maneras de interactuar o intercambiar con un paisaje, a través de dinámicas de escucha, de observación, propiocepción y percepción del entorno. Es decir, inducirnos a estados donde habitar el paisaje y el cuerpo; y el estar constantemente actualizando la atención. Eso nos llevó a readaptar nuestras prácticas, a lo que el momento iba disponiendo. Hasta las inclemencias climáticas, a estar cansados, y a otro espacio no convencional. Entonces a partir de ese momento, que para mí fue parteaguas, empiezo a interpretar el performance de manera transversal con el circo y el movimiento. Se empieza también a entender un ir estando, ir adaptando la forma de andar, y el cómo procesar estos estímulos que la vida va a arrojando a discursos externos que se necesita expresar de una manera corporal y de pronto un tanto descarrilada en relación a las estéticas convencionales de creación de lo que hasta entonces yo conocía como arte escénico. Por otro lado, en el oficio circense yo no estaba muy relacionado con los medios audiovisuales, y el uso de nuevas tecnologías. Al menos desde el rol de productor y director de un proyecto de este tipo. Ha habido otras experiencias con lo audiovisual, pero no desde el rol de generar. En este sentido, en la reflexión de cómo me voy a vincular con algo que desconozco y que es una novedad absoluta y como se va a vincular mi oficio a través de la performatividad y la vivencia de estas prácticas pues en un contexto pandémico; llegan también preguntas más existenciales sobre el oficio, existirá realmente un futuro para el arte vivo, el arte escénico? Y bueno pues llegaron preguntas que me ponen a reflexionar y todas desembocan naturalmente en el cuerpo, porque sabemos que habitamos un cuerpo el cual tiene y contiene y sintetiza todas las formas de relacionar el adentro con el afuera. Empiezan a aclararse ciertos aspectos en torno a esta novedad, a saber que lo corporal se conecte con el arte y la tecnología, por la era en la que vivimos Y que todo ello que percibimos como una realidad, sea tecnológica o biológica, es siempre atravesada por uno o varios cuerpos. Mientras iba llegando este movimiento en el pensamiento, se tenía que seguir desarrollando el proyecto y convocamos a un equipo de personas sensibles. Dentro de la propuesta a los creativos se invita a vivificar el ser desde la presencia misma en un determinado número de locaciones seleccionadas en áreas naturales. Una de las premisas fundamentales para todos, era que estas locaciones fueran desconocidas para todos. Que no hubiéramos ido a vivirlas antes. Elegimos 5, y en cada una había una experiencia totalmente nueva y distinta. Una novedad para todos, donde dormir, que comer, como general materiales audiovisuales. Solo teníamos un  esquema de trabajo derivado del laboratorio para empezar. Unas dinámicas que nos permitieran conectarnos a las locaciones. Cada creativo tuvo desde sus propios medios (video, sonido, cuerpo), intercambiaron con el paisaje. Pues estas experiencias durante un mes en las regiones y campos, creo que en el equipo, de manera interna, precisa y preciosa, se volvieron la pieza en sí. El performance desde lo vivido e intercambiado por este grupo de chabochis, en diversas regiones y climas del estado. Finalmente lo que el espectador va a mirar, desde el producto de todas estas vivencias que les estoy platicando, va a ser el registro abstraído de ese intercambio que existió con estos sitios, evocando sensaciones de contemplatividad y percepción de los pequeños y grandes detalles de estos maravillosos lugares. Como estos sitios permearon en el cuerpo de Juampi que es quien aparece corporalmente en el video. La vivencia por la que pasamos vista desde los ojos, cuerpo y medio de los que estuvimos involucrados. Ahora el proyecto se encuentra en proceso de post producción y nos encontramos con nuevos retos, son terrenos nuevos. Y confiando en la capacidad para acompañarnos durante los laboratorios de post. Además, el estreno presencial está programado para octubre 2021, en un espacio independiente de Chihuahua, el Teatro bárbaro, el único foro que ha resistido toda esta pandemia. La pieza se va a estrenar ahí, y circulará de manera virtual en festivales y redes durante una temporada. A grandes rasgos a través del acompañamiento de Ohtli y Nadia. Con mucha gratitud a la vida y a quienes nos invitaron a seguir estimulándonos y generando cosas desde lo que necesitamos expresar. Gracias al Helénico por estas plataformas.

 

El proyecto es apoyado por el PECDA Chihuahua, por lo cual tuvimos los recursos para desarrollar y producir este proyecto.

 

 

Sobre el proyecto de Abril

 

[Abril]

Nuestro proyecto está casi encriptado, y abrirlo, conversarlo por primera vez nos ayudó mucho. Esto empezó en Ciudad Juárez, de donde soy, en marzo de 2020, cuando se declaró la nueva normalidad. Mis compañeros artistas de Juárez y yo, comenzamos a darnos cuenta que la Nueva normalidad iba a traernos más conflictos para ocupar espacios públicos, en una ciudad en donde la población vive cierta hostilidad, un tejido social debilitado (no roto…) y lastimado. La pandemia aumentaba la posibilidad de que no nos pudiéramos encontrar, congregarnos, estar juntos. Y esto nos dejaba vulnerables y desencantados de la etapa que nos toca compartir en este planeta. Decidimos utilizar el encuentro como resistencia. La frase “Es urgente vivir”, fue apareciendo en los laboratorios. Era importante crear un espacio para mostrarnos como seres humanos; comenzamos a crear un espacio presencial, pero el equipo estaba dividido entre Cd Juárez y la cd de México, por lo que el espacio fue mutando hacia un espacio virtual. Hasta ahorita nuestra ética de producción está muy relacionada con Do It Yourself, una estética de trabajo que busca lo colaborativo y las herramientas que ya tenemos (y las que no pues investigarlas). Todos los artistas han aceptado trabajar sin fines de lucro. En noviembre lanzamos nuestra primera convocatoria para Allium Cepa, una serie de encuentros virtuales que llamamos semillas. Para probar en esta parte del proyecto era poner a prueba estrategias para crear intimidad, un espacio de cuidado mutuo. Nos ayudó mucho escuchar a Mariana Arteaga, antes de entrar al laboratorio, compartimos experiencias sobre la importancia de tener presente el cuidado mutuo Que es algo que también la pandemia nos ha ayudado. Este espacio de convivencia es anónimo, lo cual permite cierta intimidad, ya casi no existe y nos parece que hay que seguirla cultivando, honrando. Maqueta del audio de invitación: “hola habitante del planeta tierra. Nos da mucho gusto encontrarte. La canción que vas a escuchar a continuación es la canción que escribimos pensando en ti y para invitarte a nuestro convivio pandémico en la 5ta dimensión. [se escuchan varias voces disonantes… ] pero no funcionó. Luego nos vimos obligados a pensar una nueva estrategia para no claudicar en nuestro encuentro. Caímos en cuenta que para lograr nuestras intenciones, necesitábamos de otros. Algunos que creyeran posible sembrar en el desierto y sacar frutos de ello. Y dimos contigo, coincidimos. Nos emociona la posibilidad de concretar un encuentro en el futuro. Mira, sabemos que hace tiempo que no nos congregamos, no nos miramos a los ojos y extrañamos caminar juntos. Pero el distanciamiento no es aislamiento. Es un justo derecho del ser humano disponer de espacios sobre la corteza terrestre para ser nosotros mismos por entero, y no vamos a aceptar ningún otro sustituto de realidad. Vivir es urgente. Si deseas continuar y seguir las siguientes indicaciones, te pedimos que nos respondas con el emoji que mejor representa tu estado actual al recibir esta invitación, o algún sticker que mejor te represente. Recuerda, vamos todos juntos. “ Bueno nos mandaban stickers, algunos muy simpáticos, la convención ya estaba lanzada, habían aceptado jugar, y luego mandábamos el mini-kit de empatía, que eran elementos muy accesibles. Que todo sea de fácil acceso, también para saber hasta dónde este espacio de representación o ficción puede convivir con la realidad.

 

Luego llegamos a la residencia en la CDMX. Sólo estuve yo. Para mí fue un salto cuántico del espacio virtual al espacio concreto. Llevar a cabo una idea, plasmarla, compartirla, avanzar aunque fuera un poco solitario. En esta segunda parte y encaminándonos a la residencia de Cd. Juárez hicimos una práctica más en Amatlán de Quetzalcóatl. De lo virtual pasamos a lo análogo. Tiene textos de Ricardo Flores Magón y de gente que nos ha acompañado.

 

 

Sobre la mirada de Nadia de los procesos

 

[Nadia]

Cuando me invita Ohtli, me parecía un tanto exótico, porque yo vengo de la danza o la coreografía, pero me interesó por la diversidad de los formatos. Acompañar proyectos es algo que me gusta mucho, pero que además finalmente siempre te obliga a meterte en el universo de alguien que está pensando espacios, cuerpos y dispositivos de manera muy distinta a la tuya es una posibilidad de aprendizaje muy grande. Nadie sabía hasta qué punto todos estos procesos se iban a convertir en qué ni en qué momento íbamos a poder encontrarnos, conocernos (Porque muchos de nosotros no nos conocíamos presencialmente).

Lugares y disciplinas distintas implican lógicas de miradas distintas, lo cual es una de las cosas más ricas, y hemos estado pensando mucho en los procesos artísticos de cada quien: poner un valor mucho más importante en la práctica artística como proceso de pensamiento y de producción de conocimiento ante esta incertidumbre, que en productos artísticos. Creo que lo tendríamos que haber sentido, imaginado y revalorizado siempre (mucha gente lo hace), pero no es nuestra realidad material, y ojalá a partir de esto podamos darle el valor que tiene material, económicamente y espacialmente. Voy a contar un poquito con cada une y de la Biblioteca que jugó un rol en la residencia de la Quiñobrera. En el caso de Juampi y Carina, empezamos a trabajar un proyecto en donde jugaba un rol enorme la improvisación para ir mutando en un proyecto audiovisual, en donde los factores de improvisación se reducen e incluso pueden llegar a desaparecer. ¿Cuál era entonces el interés de la práctica escénica viva? ¿qué tiene el cuerpo que proponer? No solo miramos al paisaje, sino que el paisaje nos mira. Creo que esa idea fue bonita descubrirla, al menos para nosotros, y que tiene una resonancia interesante al pensar en la imagen en movimiento. Abril también está transitando. Yo tenía cierto escepticismo de la virtualidad, pero curiosidad también. Me invitan a ser una primera espectadora externa y me sorprendió que hasta nerviosa me puse; construir el personaje anónimo, un monstruo, frases, estaba pasando algo en mi cuerpo a pesar de que el medio era la pantalla de la misma computadora de siempre. El paso de la noción de apoyo mutuo a la de cuidado mutuo, se convierte en una retórica a la que nos toca entrarle a todxs, independientemente de nuestra postura política. El proyecto ha estado teniendo sus re significaciones y es interesante ver que es lo que eso implica en el uso de las palabras, de las expresiones y como el proyecto le va a seguir afectando. Luego acompañé a June, un proyecto más estrictamente corporal, en donde ella está explorando una sonoridad y una corporalidad en donde está intentando producir un lenguaje que ella llama anamórfico, en donde la idea es producir una no forma.

Ahora… encontrarse solo sucede de manera casi secreta o sutil para romper las reglas del encierro, o salir de espacios institucionales, porque la única forma de hacerlo parecía ser en el parque (lo que June hizo). Esto lo digo para ligarlo con la residencia de la Quiñobrera, en donde veníamos de un mes de enero y febrero de 2021 en México muy duro, con una circulación de la información muy dura, a de pronto decir hay un acuerdo de cuidado mutuo, antes y durante. Pero nos vamos a juntar a trabajar en un espacio con los cuerpos presentes. Fue un desbloqueo de los proyectos que se encontraron ahí que estaban sólo en el mundo de las ideas.

 

El proyecto de Abril se da una vuelta gigantesca y se plantea todas otras preguntas que las que se plantea en el ejercicio virtual; agarran otro peso, otra importancia. Se vuelve políticamente mucho más grave en relación a la realidad de Juárez. Yo llevé la B.I.C. a esta instancia. Pasamos por preocupaciones: “¿la estamos cagando con estas grandes respiraciones en un espacio juntes, o no?” y poco a poco, se convirtió en un espacio de salud mucho más que de riesgo. Relativizar la forma en que circula la información, y nosotros mismos practicar una corporalidad era una manera de cuidarnos unes a otres. 

 

 

Sobre la presencialidad y las premisas en el proyecto de Juampi y Carina

 

[Juampi]

Estrenamos la pieza en una sala en un formato cinematográfico, para desinstitucionalizar un poco la cosa. ¿Qué tal que se hace una videoinstalación en la calle por ejemplo? Implica otros retos de medios y recursos, pero podría hibridar un poco todo esto. En sí, el mismo proyecto propone una novedad de vivencia en términos de locación. Lo único que conocíamos era el medio con el que cargábamos. Mi hermana por ejemplo, con su cámara como único anclaje, Juampi, el malabarismo. Pero tampoco silenciar lo que aparecía. Estábamos en un estado, en donde de pronto llegaba un momento de vacío, y se recurría a esa información en torno a una disciplina y aparecía el malabarista. De pronto, en otros momentos se podía malabarear con otros elementos, una piedra, o un gesto con el viento. Lo que este proceso me ha dejado es que no necesariamente tiene que ser todo tan literal. En algunos días que veníamos induciendo al cuerpo y a la mente en espacios de conexión entre los cuerpos, Tania Solomonoff, nos propuso un ejercicio que consistía en elegir un lugar dentro de este predio y fundar ese lugar. Esta premisa tenía un grado de amplio de ambigüedad, y eso fue crucial para ver cómo percibíamos o vislumbrábamos el ir a un lugar. Bajo qué criterios seleccionar un paisaje y el paisaje es un marco o es un macro, micro, tridimensional, bidimensional, … y una serie de preguntas que la ambigüedad otorgaba muchísima libertad también. Después de este ejercicio, se nos vino una idea de buscar, con Carina un esquema o diagrama, con premisas claras pero ambiguas para interactuar e intercambiar con un paisaje. Nos sirvió muchísimo para esa primera fase que fue el rodaje.

 

[Netty]

Recuerdo una primera fase más de observación, otra más de regalarle algo, y otra más del registro, que podía ser de varias formas, dibujo, audio, imagen, foto, video. Y creo que sería muy bueno en algún resultado, recordar esta fase, un público activo en el proceso de interacción. Me gustó la noción de recorrido, de paseo; traer estas imágenes de lugares naturales tan bellos en un espacio urbano.

 

 

Sobre el cuidado mutuo

 

[Netty]

El cuidado mutuo es algo bastante conocido en el ámbito político. ¿Ustedes concretamente cómo lo pusieron en práctica artística? Siento que son palabras muy fuertes pero que se pueden poner en práctica de muchas formas.

 

[Abril]

Nuestra condición vulnerable de humanos nos tiene separados, Mariana nos comentaba como se hablaba mucho del cuidado mutuo, pero se practicaba poco. Entonces nos hizo estar conscientes de “cuando inicia la representación”. La ficción, pensar en el otro desde que sale de su casa (en el caso de una presentación en un teatro por ejemplo). Buscar estar en igualdad de condiciones. El asunto del anonimato como una manera de cuidarnos, cosas muy simbólicas, como tener la libertad de nombrarnos desde otro lugar. No distinguir quien es invitado, quien no. Todas las actividades, preguntas, había pasado primero por nuestro ser, y desde ese punto de cuidado o amoroso, lo proponíamos para compartir. Pensar en el espectador para empezar ya es importante en cuanto al cuidado mutuo. Antes, en la pieza dedicamos mucho tiempo al protocolo, pero ahora ya forma parte de lo cotidiano, entonces ya dejó de ser necesario. Como se traduce ese cuidado mutuo en un planteamiento de la puesta en escena o de esta pieza, este encuentro de manera anónima, y que sea clandestino nos ayuda a cuidar ese encuentro. Eso genera una sensación de seguridad. Justo de eso se trata la convocatoria, encontrar una manera de invitar, tratar a nuestros visitantes como habitantes de esta “casa”, como queremos recibirlos. Para nosotros es importante que todas las partes sepan que son importantes.

 

[Netty]

Esta cuestión del anonimato y de la clandestinidad, es interesante, pero es de doble cara. Tú hablas del cuidado mutuo… Yo lo entiendo en periodos de crisis, de guerra, cuando la gente tenía que esconderse. Y tal vez este último año, sí, con el teatro llegamos casi a este punto de tener que hacer residencias semi-clandestinas. Había esta prohibición de juntarnos y ejercer nuestro trabajo, pero como esto va a pervivir, seguir después de la pandemia.

 

[Abril]

Es probable que yo sea lo más público de la obra. Es todo un tema de conversación dentro del colectivo. Los espacios en los que hagamos este recorrido, será en espacios más bien privados, que se abrirán para que sean públicos. Hasta el momento, lo virtual sigue, el recorrido sigue siendo tener este encuentro en 2 ciudades simultáneas.

 

[Nadia]

Algo muy bonito está pasando con una contaminación muy fuerte entre las cosas, de afuera y adentro. Pensaba en los protocolos de los que hablaba Abril, como en realidad el protocolo es una de las palabras más usadas del 2020 y primer semestre del 21. Ya hay algo en el dispositivo de la obra que integra un protocolo: como se va a convocar, quien llega. La situación actual ha permeado un montón al proyecto de ustedes. Y luego pensando en esa contaminación no tan directamente relacionada con la pandemia: el hecho de que hubiera ese jardín tan bello en la Quiñobrera nos llevó a compartir ejercicios que de pronto son paisajes, a partir de pensar el paisaje también en espacios más chiquitos no solamente a partir de la inmensidad. Está buena esa contaminación y contagio, que yo también explicaría a partir de ese encerrarse, ese anular, ese no poder hacer nuestro trabajo por el cierre de los espacios… pero que genera una sed perceptiva, necesidad de mirarse, de tocarse, y esos primeros días han sido para todos potenciados, o inflados en cuanto a receptividad, una percepción fragilizada en un sentido bonito, sutil. Lo siento como algo afortunado porque los proyectos se están colectivizando, y al hacer estas charlas y esas residencias se han entablado conversaciones que no es necesariamente obvio tener en la creación solitaria o encerrada con un grupo de gente.

 

[Netty]

Y también notar que los problemas propios a cada creación y relacionado con la pandemia, se convirtieron en nuevas propuestas. Tal vez sin la pandemia, Juampi no se hubiera interesado tanto por el video. Siento que al final, lo que no nos mata nos hace mas fuertes.

 

 

Sobre la porosidad de los proyectos, y la permeabilidad

 

[Netty]

La idea de la 2da publicación que vamos a hacer, es inventar repensar un formato con temáticas más transversales, como lo ritual, lo femenino, la cuestión de género. ¿Cómo te imaginarías esta publicación?

 

[Nadia]

Cuando pensamos en esa revista no estamos pensado en curriculum. El que estemos aquí los que estamos, es porque las lógicas de estos dos proyectos se expandieron de su lógica inicial. Quiero pensar que la revista puede llegar a tener esa transversalidad, no necesariamente desde una lógica lineal y fragmentaria de las cosas. Se ha producido un montón durante este año entre todes les artistas, los experimentos que han tenido, las residencias, los libros, siento que ahí más que una revista sobre elles, es un posible número sobre la conversación que se está teniendo desde hace varios meses.

 

 

Sobre una corriente norteña de teatro y circo

 

[Juampi]

Creo que si el circo mexicano se está formando una identidad de las formas de hacer que involucra a distintos factores. Y dentro de eso, por la naturaleza geográfica, hay algo que genera identidad y diferencias en las formas de hacer. Por factores institucionales, culturales, geográficos, climáticos, como el puro hecho de donde estar parado genera una diferencia. En Chihuahua en términos institucionales, el circo no está contemplado como un arte escénico y eso segrega la posibilidad de recursos y  sustentabilidad. Para los que buscamos generar festivales, encuentros o actividades culturales en torno al circo, nos topamos con fronteras administrativas, económicas e institucionales. Y se vuelve mucho más autogestivo y pequeño a la vez. No podemos comparar lo que existe hoy en este norte, con Guadalajara y ciudad de México. El sur tiene otras características también. Nos encontramos con otras dificultades también por otras cuestiones: no podemos hacer matinés porque la gente sufre golpes de calor.

 

El festival Nai empezó como un pequeño encuentro. Curiosamente Chihuahua es un exponente a  nivel nacional en circo y malabarismo; la forma muy empírica de investigar la disciplina, genera hoy una salida de malabaristas tremenda con alto nivel técnico y creativo. El festival nació de un grupo de 8-10 malabaristas que al ver que no había mucho acá nos fuimos a otros estados a formarnos, y cada diciembre regresábamos con la familia, nos juntábamos a compartir procesos. Empezó siendo muy íntimo en 2013. Hasta la fecha, el festival no ha buscado apoyo institucional, es pequeño, pero cada vez es más convergente con otras artes también, como bailarines, gente del hip hop y otras artes corporales. Es la única plataforma independiente para generar una red y conocernos. Generar un espacio de seguridad, donde podamos mostrar lo que hacemos, sin juicio, desde el hecho de juntarnos y convivir. Tiene esta cosa muy hogareña, mi mamá y mi hermana traen una ollas de ponche, convivimos, hacemos conversatorios, poca publicidad, se vive si vas, si no, no. Desde el 2020, el festival se encuentra en pausa. Antes existían una serie de recursos propios de los organizadores, y ahora la cartera está más rota que nunca.

 

[Abril]

Mucho tiene que ver con la falta de escuelas de formación artísticas. Yo me tuve que ir a tener una formación actoral a México. Y desgraciadamente, no todos los que queremos, tenemos la posibilidad. Existen los Cedart en la capital, la academia municipal de las artes, una carrera de música y párenle de contar. La Academia municipal de las artes no tiene ni biblioteca. Y eso tal vez nos ayude a ver como se dan los movimientos en esta parte del país. El estado es tan grande, y las necesidades son muchas y diferentes según las ciudades. La austeridad es fundamental por las condiciones de esta zona geográfica. Toparse con las trabas con las que siempre te topas. Y la primera es “no hay dinero”. Entonces quitarnos esa idea de que necesitamos dinero para crear. Busquemos otras alternativas. ¿Cómo vamos a hacer ahora lo que hacemos? De manera autónoma, austera, aprovechando los recursos: inteligencia, relaciones, hacer red, lo que más nos hace falta, reconocernos, saber quienes somos y lo que hacemos cómo nos organizamos. Honestamente nuestra austeridad y autogestión no son futuro, sino nuestro presente y un pasado inmediato al que nos hemos enfrentado las artes vivas.

 

[Netty]

Algo bonito del laboratorio, por cuestiones de recursos y por la pandemia es que las residencias se descentralizaron y desplazaron en varios lugares.

 

[Nadia]

Cuando hablamos de norte son muchos países también. No es tan preciso decir desde lo norteño. Pero efectivamente se mueven muchas cosas que desde la ciudad de México nos enteramos poco, por miopes o por lejanos. Está ese otro norte bajacaliforniano-sonorense, que está menos aislado geográficamente. Hay más apoyo institucional y está más cerca de California, San Diego, Los Ángeles, y creo que ahí la información circula de otra manera. El festival más grande e importante de la danza en México, con un nivel de público increíble, una asistencia y un cuidado anual, es Un Desierto para la Danza, en Hermosillo, Sonora. No creo que sea coincidencia. Ahí está la Universidad de Sonora que trabaja cada año con un montón de chavos, un montón de coreógrafes que se han ido a vivir a Sonora, y ahí, y en este noroeste, hay un intercambio muy vibrante. Luego Chihuahua que es compleja, y luego está Nuevo León, que está muy conectado a partir de las escuelas que hay en Monterrey. Pero bueno, ahí estoy hablando de la danza, no necesariamente de las artes performativas más experimentales… Pero hay más conversación entre todos. Te enteras que en Torreón está pasando esto, en Matamoros, no sé. Bueno en Tamaulipas hay un festival importante para el mundo del teatro contemporáneo. Sí hay una energía de los distintos nortes, pero el norte son 4 países, y cada uno su lógica. Si hay más norte ahora en el centro, de lo que había antes, lo cual se agradece mucho.

 

[Guadalupe]

Gracias a todas, todes, todos, a les compañeres del laboratorio. Es fascinante desde la charla anterior. He pensado en el asunto de la adaptación, como un espacio de resistencia. Al inicio de la pandemia estábamos sufriendo porque no nos apetecía tanto este espacio que no todas las personas que habitamos las artes escénicas estamos dispuestas: el de la virtualidad. Pero lo hemos tenido que hacer para permanecer juntes y conectades. Y estaban estas preguntas de cómo trasladar lo presencial a lo virtual, pero ya se estaba haciendo mientras nos rompíamos el coco y sufríamos. Estábamos experimentando. Cabe mencionar que muchas prácticas artísticas lo han estado haciendo desde el 70. Generando lenguajes desde otro lado. Esta retórica de la enfermedad, la salud, el cuerpo, el trabajo, la presencia, la no-presencia, nos hemos tenido que integrar en esta retórica, y (“es urgente vivir”). Muchos ensayos, escritos, manifiestos muy interesantes sobre la presencia. En un sistema económico que fagocita todos los contextos posibles, incluso otros planetas. Hemos tenido la posibilidad de estar cerca de un montón de personas con quienes no hubiéramos podido intercambiar ideas; de la India, Australia…  y ahora nos conectamos en un espacio maravilloso. Lo que está llegando es formular estrategias híbridas de la presencialidad.

 

Me interesaron muchísimo esos ejercicios de Tania, que nos invitan a refundar lugares. Desde el activismo, renombramos calles, monumentos, este acto performativo de poner el nombre de une desaparecide en un monumento de un dictador, es un gran acto de decir, refundamos este espacio. ¿Cómo refundamos este espacio de la virtualidad? El asunto del cuidado mutuo, ¿cómo cristalizarlo en las prácticas artísticas? Los cuidados colectivos mutuos, pensar en el otro, recobrar la confianza de volver a estar juntes. Protocolos sanitarios, pero también pasan por otros lugares, pensar en las sordomudas que me están viendo, o una persona con diversidad funcional, y como va a recorrer este espacio… y pensar en gente que no puede venir a la activación de la pieza a México pero puede hacerlo desde Baja California o Canadá. Pensar en el otre. Estas dificultades que se nos vinieron encima fueron el espacio ideal para generar gérmenes de transformación, ideas que han contaminado todas nuestras prácticas. No soltarlo. Sería retroceder a un espacio cómodo… ¿Cómo sostenemos estas estrategias? No va a ser la única emergencia sanitaria que nos va a tocar como generación. La estrategia anarquista sería prepararnos. Estar en alerta constante.

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